En varias oportunidades hemos conocido personas que pueden recordar todas las fechas de cumpleaños de amigos y familia; sin embargo, la duda que puede surgir en algunos casos es ¿cómo lo hace?
La ciencia ha logrado demostrar que la memoria es una capacidad cognitiva que necesita ser ejercitada para su correcto funcionamiento, además, asegura que unos simples hábitos cotidianos pueden ayudar a que esta capacidad mejore, permitiendo recordar todo de forma más eficiente y rápida.
Hablar en voz alta datos importantes
Según un estudio publicado en la revista científica ‘Memory’, las personas que leen la información o datos que quieran memorizar en voz alta tienen un 15 % más de retención de dicha información, ya que es como dar órdenes al cerebro. Además, los expertos afirman que es mejor comprender que memorizar.
Escuchar música
Escuchar música de manera habitual puede ser un hábito clave para mejorar la memoria. Las canciones generan un estímulo relajante en el cuerpo, que además ayuda a memorizar más rápido. Independientemente del género que sea, aprenderse la letra de las canciones es un gran ejercicio para estimular esta capacidad cognitiva; en muchas ocasiones, crear canciones con algo que se quiera memorizar es una forma efectiva para conseguirlo.
Dormir
Según un estudio realizado por la Asociación Americana de Geriatría, las personas que duermen 7 horas tienen mejor memoria que aquellas que duermen menos de 5 o más de 9 horas. Mantener una rutina diaria de sueño es lo ideal para la salud mental y física. “El sueño fortalece las conexiones entre las células cerebrales y las diferentes regiones del cerebro, y mueve la información a áreas del cerebro que son más eficientes para almacenarlo”, aseguró Richard Shane, creador del método sleep easily.
Centrarse en una única tarea
Está claro que los seres humanos pueden realizar varias tareas a la vez, pero esto puede provocar que se deje de poner esfuerzo en algunas labores para lograr otras, por lo cual, a pesar que aumente su eficiencia, el resultado final puede no ser el esperado. En dichas situaciones es normal que la persona no recuerde ciertas labores y esto se debe a que la mente está dispersa pensando en diferentes cosas a la vez.
Meditar
La meditación es una de las mejores prácticas para hacer que el cuerpo consiga un equilibrio. En una entrevista, el PNAS (Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencia, de Estados Unidos) aseguró que la meditación ayuda a evitar distracciones o pensamientos estresantes, lo que mejora el enfoque.
Organizar la información
Organizar las tareas que hay que hacer en el día no solo lo ayudará a ordenarlas por prioridades o a saber cuánto tiempo le llevarán, pues además podrá aumentar su eficiencia y ayudará a su memoria. Una investigación realizada por la Asociación de Ciencias de la Psicología demostró que el simple hecho de escribir a mano las tareas puede reforzar la información en su memoria y ayudará a que esta funcione correctamente.
Hacer ejercicio diariamente
Realizar actividad física diariamente no solo funciona como un buen desestresante y un excelente método para mantener la salud en óptimas condiciones. La experta en acondicionamiento físico y nutrición, Erin Palinski-Wade, le afirmó a ‘The Healthy’ que “los estudios han encontrado una mejora en el aprendizaje, la memoria y la concentración directamente después del ejercicio aeróbico, por lo que tomar pequeños descansos para ejercitarte a lo largo de tu jornada laboral puede ser beneficioso para tu cuerpo y tu mente”
Andar hacia atrás
Realizar esta práctica, a pesar de no ser tan común, es muy eficiente para la salud del cerebro. Recientemente, el estudio ‘It takes me back: The mnemonic time-travel effect’ demostró que caminar hacia atrás ayuda a recordar mejor los eventos del pasado. Incluso mejor que andar hacia delante o quedarse quieto. Los científicos denominaron este suceso como “el efecto de viaje en el tiempo mnemónico”.
Dieta mediterránea
La dieta es un factor esencial para que la capacidad cognitiva de las personas este bien, ya que una buena salud mental también depende de los nutrientes y las propiedades de cada alimento. Según el medio ‘Cultura Colectiva’, “los ácidos grasos como el omega 3 y 6, presentes en el pescado, los frutos secos y el aguacate, por ejemplo, protegen, además de nutrirlo, el cerebro”.
Reducir el consumo de alcohol
Para mantener el cerebro en plena forma los expertos recomiendan no tomar más de uno o dos vasos de licor. Esa es una de las conclusiones del estudio ‘Alcohol consumption and cognitive decline in early old age’.