Varios deportistas náuticos y pescadores se encontraron este fin de semana con un sinnúmero de especies muertas sin causa aparente, a orillas de efluentes del Río Paraná. También circulan fotos y videos de las costas del Río Uruguay. Piden que los organismos oficiales responsables del control del Agua y el Ambiente, investiguen y determinen las causas de esta mortandad.
Las sospechas de los ciudadanos comienzan desde la posible contaminación de suelos y aguas por la utilización de agroquímicos en plantaciones, hasta el motivo natural explicado en similares situaciones de años anteriores, donde las crecientes del río arrasan en zonas donde se van descomponiendo componentes orgánicos y mezclándose con otras sustancias a su paso, produciendo así la muerte inminente de innumerables especies ícticas.
ANTECEDENTES
En diciembre de 2005 investigaron la muerte exorbitante de peces en las costas del Paraná en Corrientes y Entre Ríos. En ese caso, la Dirección de Recursos Naturales de la Provincia de Corrientes acudió al Instituto de Ictiología del Nordeste (UNNE), para dar curso a una investigación que determinó un cuadro general compatible con estrés biológico, ambiental o intoxicación, de etiología no determinada. Se hallaron lesiones branquiales compatibles con un largo período de agonía, y lesiones hepáticas, esplénicas y renales compatibles con un cuadro de estrés y debilitamiento. No se observaron cuadros sépticos ni lesiones compatibles con infecciones bacterianas ni parasitarias externas.
Los científicos además recomendaron la extracción de nuevas muestras de carácter más abarcativas y organizadas, de tal forma que no se tomen peces moribundos; más la inclusión de un análisis de calidad de agua y detección de sustancias tóxicas, determinaciones de contaminantes en tejidos de peces y estudios bacteriológicos. Luego no se supo más (al menos públicamente) si esa acción sugerida fue llevada a cabo o no.
Otra de las sugerencias de los científicos de la UNNE en aquel momento, fue la creación de una «Red de vigilancia permanente para la protección de la fauna íctica», que tampoco se sabe si fue promovida o no por el Gobierno Provincial.
A fines del 2013 y también en 2015, preocupó una situación similar en las costas del Río Uruguay, a la altura del embalse de Guaviraví; donde además de peces, se encontraron también yacarés y otros animales muertos. Como en las oportunidades anteriores, el titular del ICAA, Mario Rujana, prometió que investigarían las causas.
En diciembre de 2010 fue nuevamente el Paraná, donde el delegado de Fauna y Flora de Goya, Alberto Peluffo explicó: “habitualmente las bajantes en el río, como la que se registró hasta hace algunas semanas, provoca que las lagunas adyacentes al arroyo Isoró -donde se registró la mortandad- se sequen y la vegetación que allí se encuentra se queme por efecto del sol. Cuando sube el nivel del río, estas plantas dejan de producir oxígeno por estar quemadas, y por ello los peces no pueden sobrevivir, y mueren asfixiados. […] Los peces presentaban síntomas de asfixia, como ojos saltones, estar nadando aguas abajo, y no tenían manchas en la piel, que suele ser indicio de quemadura por algún químico. […] Si hay derrame de algún elemento nocivo, no va a existir ningún ser vivo alrededor de ese campo, y en el lugar había peces, ranas, vegetación, etcétera”.
PETITORIOS
Trascendió este lunes que organizaciones ambientalistas y otras relacionadas a los deportes náuticos, se encuentran juntando firmas para solicitar la inmediata acción de los organismos oficiales, para que investigue las causas de esta mortandad y brinde una explicación pública pormenorizada.
También informaron algunos ambientalistas, que buscarán que se investigue a todas las arroceras y plantaciones que tienen sus costas sobre los afluentes del Paraná.