Personería Jurídica y Hormaechea hicieron campaña política con las instituciones de la sociedad civil

Lejos de tratarse de un hecho meramente técnico o institucional, la participación del intendente Mariano Hormaechea en la jornada de asesoramiento de la Inspección General de Personas Jurídicas volvió a demostrar cómo se aprovechan los espacios del Estado para proyectar su figura en clave electoral. El evento, encabezado por la inspectora general Belén Vergez, se presentó como una actividad de capacitación, pero terminó siendo otra vitrina más para el jefe comunal, quien intenta mostrarse como garante de la \”legalidad\” mientras la ciudad arrastra problemas estructurales sin resolver.

UN CLUB COMO ESCENARIO PARA LA AUTOPROMOCIÓN

La actividad se desarrolló en el Club Unión, lugar donde la dirigencia local ha convertido últimamente en una especie de sede satelital del municipio. Allí, entre carpetas y formularios, se entregaron trámites iniciados por distintas entidades civiles, desde asociaciones religiosas hasta comparsas y cooperadoras escolares. Aunque el motivo declarado fue la formalización jurídica de instituciones de bien público, la foto del acto reveló otra cosa: un intendente buscando respaldo simbólico a través del reconocimiento a entidades barriales y sociales.

UNA LISTA DE TRÁMITES PARA UN ACTO POLÍTICO

La entrega de personería jurídica a entidades como “Brilla Mujer”, “Comparsa Tropical” o “Pesca Variada” fue acompañada por la exhibición de trámites menores como rúbricas de libros o reservas de nombre. Actos administrativos que en cualquier provincia se resuelven con discreción, en Goya se convirtieron en escena para el marketing político. Las asambleas ordinarias del Club de Leones o de Juventud Unida no deberían ser motivo de acto público; sin embargo, la gestión local necesita capitalizar cualquier movimiento, incluso los más rutinarios.

UNA PROVINCIA CONCENTRADA EN LA FORMA, NO EN EL FONDO

Mientras tanto, la presencia de Vergez dejó en claro el sesgo centralista del Gobierno provincial, que sigue utilizando la formalización de las entidades civiles como herramienta de disciplinamiento institucional. En vez de acompañar verdaderamente a las organizaciones con recursos, programas de fortalecimiento o simplificación de trámites, se continúa premiando a las que se alinean con el oficialismo y posan para la foto.

EL USO POLÍTICO DE LA BUROCRACIA

La estrategia no es nueva: institucionalizar entidades a cambio de obediencia simbólica o apoyo territorial. La asistencia al acto no fue gratuita; muchos de los presentes, representantes de asociaciones barriales o clubes de barrio, respondieron a convocatorias que, aunque disfrazadas de formación, terminaron funcionando como acto de apoyo a la gestión local. En ese juego, Hormaechea saca ventaja: parece gestor, aunque solo entregue papeles.

¿CUÁNDO LLEGA LA VERDADERA CAPACITACIÓN?

La jornada dejó más dudas que certezas. ¿Qué grado de profundidad tuvo realmente la capacitación ofrecida? ¿Qué políticas públicas se activan luego de la entrega de personería jurídica? ¿Habrá seguimiento institucional para las nuevas asociaciones o simplemente se las usa para engrosar la lista de “logros” de gestión? Mientras no se responda a estas preguntas, este tipo de encuentros seguirán siendo operaciones de visibilidad más que verdaderos espacios de construcción comunitaria.

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