El programa municipal Taco y Suela, promovido por el intendente Mariano Hormaechea, ha generado controversia tras conocerse el alto costo de sus espectáculos itinerantes. Mientras artistas y emprendedores disfrutan de escenarios montados con fondos públicos, vecinos de barrios humildes denuncian el abandono de calles, la falta de agua potable y la precariedad en centros de salud. ¿Prioridad cultural o despilfarro?
Criticos señalan que, aunque el evento busca fomentar la cultura chamamecera, no justifica el desvío de recursos que podrían destinarse a obras urgentes. \”En mi barrio no hay cloacas, pero el municipio gasta en música y baile\”, reclama un residente de San Ramón. Mientras tanto, el gobierno local insiste en que estas actividades \”fortalecen la identidad goyana\”.
Opositores exigen una auditoría para transparentar los gastos del programa, especialmente ante rumores de contrataciones directas a artistas cercanos al oficialismo. Con un cierre multitudinario previsto en el Club La Bahía, la pregunta queda flotando: ¿Es Taco y Suela un verdadero proyecto cultural o una estrategia política disfrazada de entretenimiento?
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