Hace dos décadas partía físicamente Rodolfo María Regúnaga, pero su legado musical permanece más vivo que nunca en el corazón de los correntinos. Nacido en Paso de los Libres en 1950 y criado en Curuzú Cuatiá, este talentoso baterista, guitarrista, compositor y cantante supo transitar con éxito desde el rock con el Grupo Mantra hasta convertirse en una voz fundamental del chamamé.
En la década del setenta, Regúnaga alcanzó la fama nacional con el Grupo Mantra, grabando para Music Hall éxitos como "Trinidad Tobago", "Saravah" y "Música para tu piel de verano" que llevaron su voz por toda Sudamérica. Su versatilidad artística le permitió brillar tanto en el género rock como en la música popular argentina, demostrando una capacidad interpretativa excepcional.
En los años 80 inició una nueva etapa al unirse al trío de Antonio Tarragó Ros, donde durante 20 años se consolidó como referente del chamamé con temas emblemáticos como "Yo voy mariscando", "Ahí va el tranquito el Juan" y "Pacotillero". Integrante del movimiento "Canción Nueva Correntina", compuso clásicos como "No llores Sauce" y "Si un amor te hizo mal".
Hasta sus últimas grabaciones en 2005, Regúnaga mantuvo vivo su compromiso con la música correntina, rindiendo homenaje a Osvaldo Sosa Cordero. Su fallecimiento el 10 de noviembre de 2005 en La Plata dejó un vacío imposible de llenar, pero su obra continúa palpitando en el patrimonio cultural de Corrientes.