Un procedimiento ejemplar de la Policía Rural y Ecológica (PRIAR) desbarató una maniobra de abigeato en un establecimiento rural. Los efectivos detuvieron a un capataz y a su hijo, quien era puestero, cuando transportaban tres corderos faenados y ocultos en una camioneta, sin la documentación que acreditará su origen lícito.
La intervención ocurrió durante un control de rutina, donde se secuestró el vehículo, la carne y un teléfono celular. La investigación condujo rápidamente al puesto donde se realizó la faena clandestina, se encontraron los tres cueros con la señal del establecimiento "Rincón de Ánima" y se procedió a la aprehensión del segundo implicado.
Ambos quedaron a disposición de la Fiscalía Rural y Ambiental. La carne y los cueros fueron peritados, y se presume que esta no sería la primera vez que estos empleados realizaban este ilícito en perjuicio del campo donde trabajaban, por lo que la causa continúa en curso.