El presidente Javier Milei planteó un fuerte diagnóstico sobre el Mercosur durante la cumbre en Brasil, señalando que el bloque no ha cumplido sus objetivos fundacionales. En su discurso, el mandatario afirmó que no hay mercado común efectivo, ni apertura suficiente al mundo, y criticó una burocracia que calificó de sobredimensionada e ineficaz.
Milei sostuvo que el comercio intrazona está muy por debajo de sus niveles históricos, a pesar de que los aranceles externos del bloque están entre los más altos del mundo. "Un arancel así no protege el empleo, lo destruye", argumentó, proponiendo la necesidad de un arancel moderno, simple y competitivo.
El presidente argentino llamó a una reforma institucional integral para reducir el costo económico del Mercosur. En su visión, la integración debe estar al servicio del comercio y no de la burocracia, adaptándose a las necesidades del siglo XXI para no quedar condenados a crecer por debajo del mundo.
Sus declaraciones abren un necesario debate regional sobre la efectividad y el rumbo del bloque. Este planteo invita a reflexionar y construir, desde el diálogo, un Mercosur más ágil y beneficioso para todos sus integrantes, impulsando la prosperidad que alguna vez se propuso generar.