A un año de la desaparición de Loan, crecen los reclamos de justicia y verdad

Al cumplirse un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años visto por última vez el 13 de junio de 2024 en el paraje Algarrobal, la comunidad de Goya se sumó al pedido nacional por justicia. Una concentración frente al Juzgado Federal organizada por la Red de Infancia Robada reunió a familiares, vecinos y organizaciones sociales, quienes reclamaron el esclarecimiento del caso y el castigo a los responsables. El acto formó parte de una jornada con réplicas en Corrientes capital y 9 de Julio, la localidad natal del niño, donde se celebró una misa encabezada por el arzobispo José Larregain en la capilla Ascensión del Señor.

UNA DESAPARICIÓN QUE SACUDIÓ A TODO EL PAÍS

Loan desapareció durante una visita al domicilio de su abuela Catalina, en compañía de su padre, en una siesta de junio. Lo que inicialmente se presentó como una búsqueda desesperada pronto se transformó en una causa federal por sustracción y ocultamiento de persona, tras inconsistencias y maniobras obstruccionistas detectadas en las primeras horas de la investigación.

IMPUTADOS Y VÍNCULOS DE PODER

Siete personas fueron imputadas formalmente como autores o partícipes de la desaparición: Laudelina Peña, tía del menor; el comisario Walter Maciel, entonces jefe de la comisaría local; el exmarino Carlos Pérez y su esposa, Verónica Caillava, exfuncionaria municipal; Bernardino Benítez, esposo de Laudelina y tío político de Loan; Mónica Millapi y Daniel Ramírez, ambos allegados a Benítez. La conformación del grupo generó indignación por el entramado de vínculos familiares, policiales y políticos que envolvió el caso desde el inicio.

JUSTICIA TARDÍA Y SOSPECHAS DE ENCUBRIMIENTO

La jueza federal Cristina Pozzer Penzo anunció la finalización de la instrucción y recolección de pruebas, once meses después del hecho, y anticipó que el juicio oral se desarrollará en el Tribunal Oral Federal de Corrientes. Aunque hay expectativas de que se revele el destino de Loan, persisten dudas sobre las demoras judiciales y el tratamiento político del caso.

La causa cuenta con otras diez personas acusadas de entorpecer el proceso mediante falsos testimonios, encubrimiento y hasta fraudes organizados para desviar la atención. Esta red secundaria amplió la sospecha de que existió un plan de protección a los principales imputados.

RECLAMO SOCIAL Y MEMORIA COLECTIVA

“Es una herida abierta en todo el pueblo”, dijo una de las vecinas presentes en la marcha de Goya. La Red de Infancia Robada recordó que este no es un caso aislado, sino parte de un patrón de violencia e impunidad sobre los sectores más vulnerables. En 9 de Julio, la misa reunió a más de un centenar de personas, con fuerte presencia de la familia de Loan. “No vamos a dejar de buscarlo ni de exigir justicia”, dijo José, hermano del niño.

La persistencia de los actos, a pesar del paso del tiempo, demuestra que el caso se convirtió en símbolo de una demanda social más amplia: verdad, reparación y garantías para que ningún otro niño desaparezca sin respuestas.

UNA DEUDA QUE SIGUE ABIERTA

El caso Loan no solo expuso la vulnerabilidad de la infancia en zonas rurales, sino también el rol de las instituciones del Estado que actuaron con negligencia o complicidad. Las dudas sobre la intervención policial inicial, la desinformación mediática y las demoras judiciales fortalecieron la percepción de impunidad.

A un año del hecho, aún no hay certezas sobre el paradero del menor ni sobre el móvil del crimen. La comunidad, sin embargo, mantiene encendida la memoria colectiva y el reclamo de justicia como motor de acción.

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