Representantes de la Fundación Valiente anunciaron la organización de un bingo solidario para el próximo sábado 9 de agosto, con el objetivo de recaudar fondos destinados a garantizar la continuidad de los tratamientos terapéuticos que reciben niños sin cobertura médica en Goya. La actividad se realizará en el galpón de la Escuela Valentín Virasoro a partir de las 15 horas y forma parte de una estrategia de financiamiento comunitario frente a la ausencia de políticas públicas sostenidas en materia de salud infantil.
DÉFICIT DE RESPUESTAS ESTATALESLa Fundación Valiente, que funciona en calle Ángel Soto 880, brinda atención diaria a niños de bajos recursos, muchos de ellos en situación de vulnerabilidad social, mediante terapias ocupacionales, estimulación temprana y acompañamiento psicológico. Ante la falta de financiamiento estable por parte del Estado, la organización depende cada vez más de acciones solidarias para sostener sus servicios.
Según informaron miembros de la Comisión de Padres, los tratamientos incluyen actividades individuales y grupales que requieren personal especializado y recursos materiales costosos. La falta de convenios formales con organismos provinciales o nacionales limita la capacidad de planificación de la fundación, que debe recurrir periódicamente a la comunidad para mantener su funcionamiento.
INICIATIVAS QUE SURGEN DESDE ABAJOLa propuesta del bingo solidario nació como una respuesta colectiva de padres, terapeutas y voluntarios ante el creciente riesgo de interrupción de los tratamientos por falta de recursos. «No podemos depender de promesas, necesitamos respuestas concretas. Cada actividad que organizamos es una forma de sostener lo que debería garantizar el Estado», expresó una madre integrante de la comisión organizadora.
El evento contará con premios donados por comerciantes locales y con un aporte económico municipal para cubrir algunos costos operativos. Sin embargo, desde la Fundación advierten que estas contribuciones puntuales, si bien valoradas, no reemplazan la necesidad de contar con un sistema de apoyo institucional regular y transparente.
DISCURSO DE ACOMPAÑAMIENTO SIN POLÍTICA DE FONDOEn distintos encuentros mantenidos con autoridades municipales, referentes de la organización plantearon la necesidad de avanzar hacia un marco de colaboración más estable que no se reduzca a la entrega esporádica de premios o aportes simbólicos. El acompañamiento oficial se expresa mayormente a través de gestos públicos, pero carece de continuidad presupuestaria o acuerdos concretos que permitan proyectar el trabajo a mediano y largo plazo.
Esta situación deja a la Fundación en una zona de fragilidad operativa, en la que cada mes debe reconfigurar su estrategia de financiamiento y pedir colaboración para cubrir insumos básicos como materiales didácticos, alquiler y honorarios profesionales. El uso de eventos sociales como herramienta de sostenimiento revela la precariedad de las políticas públicas orientadas al cuidado de la infancia con necesidades especiales.
INFANCIAS POSTERGADASEl trabajo que realiza la Fundación Valiente pone en evidencia las desigualdades de acceso a la salud terapéutica en ciudades intermedias como Goya. La carencia de centros públicos con atención especializada obliga a muchas familias a buscar alternativas en el sector privado o en organizaciones de la sociedad civil que operan con escasos recursos. En este contexto, las infancias con discapacidad o con necesidades de acompañamiento quedan relegadas de las prioridades institucionales.
La invisibilización de estos sectores se traduce en una falta de estadísticas, diagnósticos y planificación estatal. Mientras se celebran acciones solidarias como el bingo, el problema estructural persiste: no hay políticas públicas que aseguren el acceso universal, gratuito y continuo a terapias esenciales. Las organizaciones como Valiente terminan cubriendo una deuda del Estado sin contar con su respaldo efectivo.
UNA COMUNIDAD QUE RESPONDEPese a estas dificultades, la comunidad de Goya ha respondido en distintas oportunidades con compromiso y empatía. Comerciantes, docentes, profesionales de la salud y vecinos colaboran habitualmente con la Fundación, ya sea mediante donaciones o participando en eventos que permiten juntar fondos. Esta red de apoyo ha sido clave para evitar el cierre de servicios y garantizar que los niños sigan recibiendo la atención que necesitan.
No obstante, referentes de la fundación insisten en que no se puede depender indefinidamente de la buena voluntad de la ciudadanía. «La solidaridad es valiosa, pero no puede reemplazar a un Estado presente. Es momento de que los gobiernos municipal, provincial y nacional asuman un compromiso real con las infancias vulnerables», manifestaron.
El bingo del 9 de agosto será, una vez más, una muestra del esfuerzo colectivo por sostener lo que las políticas públicas aún no han garantizado. Pero también será un llamado de atención sobre una deuda estructural que sigue postergando a quienes menos voz tienen.
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