En un paso significativo hacia la sinodalidad, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, designó a la magíster Ana María Guiot como delegada episcopal para la educación católica. La decisión, anunciada en una reunión con representantes legales de los colegios diocesanos, marca un cambio histórico al confiar este rol estratégico a una laica, señalando que a partir de 2026 todos los delegados serán laicos.
El encuentro, que también contó con la presencia del vicario padre Pablo Stortti, quien viajará a Roma a estudiar Teología Dogmática, sirvió para evaluar el cierre del ciclo lectivo y planificar la transición. Cada institución educativa pudo compartir su realidad pedagógica, pastoral y administrativa, consolidando un espacio de diálogo y comunión.
Esta designación refleja los nuevos tiempos en la Iglesia local, promoviendo una mayor participación de los laicos en roles de liderazgo y gestión. La sinodalidad, entendida como el caminar juntos, se fortalece con decisiones que integran los carismas de todos los bautizados en la misión educativa de la diócesis.
El nombramiento de Guiot no solo asegura la continuidad del servicio, sino que inspira un modelo de gestión más inclusivo y corresponsable, alineado con las indicaciones del Papa Francisco para una Iglesia en salida que escucha y acompaña desde dentro de la comunidad.