Mientras el intendente Mariano Hormaechea recorre la obra de la nueva costanera junto a funcionarios y empresarios, crecen las críticas por el uso político del espacio público y la falta de planificación integral. Lejos de abordar problemas estructurales, el municipio invierte millones en un paseo fluvial de 470 metros, presentado como símbolo de modernidad.
ESCENOGRAFÍA ANTES QUE POLÍTICA PÚBLICA
La obra costera, sin participación ciudadana ni estudios de impacto conocidos, responde más a una puesta en escena que a una estrategia urbana sostenible. No resuelve demandas urgentes como el acceso a servicios básicos o la infraestructura en barrios populares. El diseño \”tipo Corrientes\”, juegos importados y estética minimalista encubren el vaciamiento de políticas públicas integrales.
UN GASTO QUE NO RESPONDE A LO URGENTE
En medio de un contexto socioeconómico delicado, con alta desigualdad y déficit habitacional, el gasto millonario se concentra en una zona céntrica privilegiada. No hay informes claros de costos, ni garantías sobre el mantenimiento futuro. Los recursos públicos terminan orientados a un proyecto de visibilidad política, no a resolver las carencias estructurales de la ciudad.
TRABAJO LOCAL, SIN PROYECCIÓN
Si bien se contrata mano de obra local, se trata de empleos precarios y temporarios, sin políticas de formación ni inclusión productiva. No se generan oficios ni se estimula una economía local sustentable. El trabajo artesanal anunciado carece de proyección más allá del plazo de obra.
TURISMO EXCLUYENTE
El modelo turístico que impulsa el gobierno carece de políticas complementarias: ni viviendas accesibles, ni cultura popular, ni transporte adecuado. El relato turístico oficial se limita a embellecer un tramo del río, sin resolver cómo esa inversión mejora realmente la vida de los goyanos.
ALINEACIÓN PROVINCIAL Y RENTABILIDAD ELECTORAL
La obra es utilizada como carta de fidelidad política al gobernador Valdés, en un contexto donde el oficialismo goyano necesita mostrarse activo ante una sociedad cada vez más crítica. La foto de la recorrida por la obra funciona más como campaña encubierta que como gestión responsable.
UN MODELO DE SUPERFICIE
El proyecto de costanera refleja el estilo de gobierno de Hormaechea: visible pero superficial, moderno pero desconectado, costoso pero carente de visión estratégica. Goya necesita planificación urbana seria, no maquillaje electoral.
]]>