El intendente Mariano Hormaechea promulgó la Ordenanza N° 2.275 que modifica el lugar de emplazamiento de la futura terminal de ómnibus de Goya, derogando una normativa anterior que destinaba un predio donado por el Banco Hipotecario. El nuevo terreno, de mayor tamaño, se presenta como más adecuado, pero la resolución carece de detalles técnicos, cronograma de ejecución o presupuesto asignado.
GESTIÓN INCONSISTENTE Y CAMBIOS SIN FUNDAMENTOLa ubicación inicial había sido definida en 2016 y anunciada como un logro institucional. Sin embargo, nueve años después, sin obras iniciadas ni explicaciones claras, se la descarta por supuestas dificultades de acceso y altos costos, argumentos que no fueron acompañados de informes públicos ni debates abiertos en el Concejo.
EL TERRENO DONADO QUEDA EN EL OLVIDOEl terreno anterior fue recibido en donación y registrado como parte del dominio municipal, pero hoy queda sin destino cierto. No se ha informado qué uso tendrá ni se han presentado evaluaciones sobre su estado, lo que evidencia falta de planificación y desaprovechamiento de recursos públicos.
IMPROVISACIÓN URBANA Y AUSENCIA DE PARTICIPACIÓNEl cambio de predio fue decidido sin consultas ciudadanas ni estudios de impacto urbano. Se incumple así con lo estipulado en el artículo 47 de la Carta Orgánica, que exige planificar el desarrollo urbano con participación y en función del interés general. La falta de transparencia y fundamentos técnicos vuelve a mostrar una política de obras públicas marcada por la improvisación.
UNA DÉCADA DE PROMESAS SIN CONCRECIÓNDesde 2010 se han hecho reiteradas promesas sobre la terminal de ómnibus. A pesar de contar con inmuebles disponibles, normativas específicas y respaldo político, no se ha avanzado en ninguna etapa concreta. El reciente cambio solo suma otro expediente, sin obras ni resultados a la vista.
UN ANUNCIO VACÍO EN CONTEXTO DE AJUSTEEn un contexto de recortes presupuestarios y sin apoyo provincial o nacional visible, la ordenanza parece una acción de marketing político más que una decisión ejecutiva real. La comunidad espera hechos concretos y no más promesas reescritas.
]]>