El 12 de marzo de 2025, una manifestación pacífica de jubilados, trabajadores y ciudadanos en Argentina se convirtió en una jornada de represión brutal, evidenciando el deterioro de las instituciones democráticas. Según Héctor Dovis, dirigente justicialista y director de Radio Infinita Goya, este hecho marca una de las peores expresiones de violencia institucional en tiempos democráticos. Lo que debía haber sido un acto legítimo de protesta terminó con heridos, detenidos y escenas de abuso policial que parecen sacadas de los peores momentos de la historia argentina.
UNA REPRESIÓN SIN JUSTIFICACIÓNEl dirigente Dovis repudia enérgicamente las acciones de las fuerzas de seguridad bajo el mando de Patricia Bullrich, quien autorizó el uso desmedido de la fuerza. Las imágenes de la jornada son claras: adultos mayores golpeados, periodistas atacados y transeúntes inocentes siendo agredidos solo por estar en la zona. Dovis recalca que, más allá de los manifestantes, también hubo víctimas entre los trabajadores de prensa y personas ajenas a la protesta. El caso de Pablo Grillo, fotógrafo que sufrió un impacto de gas lacrimógeno en la cabeza, refleja la brutalidad del operativo. Para Dovis, esta represión no tiene justificación alguna, y el Gobierno intenta minimizar la magnitud de lo sucedido con excusas infundadas sobre una supuesta conspiración golpista.
LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTAHéctor Dovis subraya el peligroso discurso del oficialismo que criminaliza la protesta social. Según Dovis, el Gobierno de Javier Milei y su equipo intentan instalar la idea de que aquellos que se movilizan son “delincuentes” o “terroristas”, con el fin de deslegitimar las manifestaciones populares. Esta estrategia represiva no es nueva, como bien apunta Dovis, ya que desde diciembre de 2023 se ha instalado un modelo que persigue a cualquier grupo que se oponga al oficialismo. Primero fueron los movimientos sociales, luego los docentes, más tarde los trabajadores estatales y, ahora, los jubilados. Dovis advierte que este accionar es una clara señal de que el Gobierno está dispuesto a utilizar la represión como método para silenciar las voces disidentes.
UN GOBIERNO QUE CELEBRA LA VIOLENCIAEn su análisis, Dovis resalta la incomprensible actitud del Gobierno, que no solo no condenó los abusos cometidos, sino que los justificó. El dirigente justicialista menciona las declaraciones de Guillermo Francos, jefe de Gabinete, quien habló de un supuesto intento de “golpe de Estado” y de Patricia Bullrich, quien acusó a los manifestantes de querer “tomar el Congreso”. Dovis sostiene que esta postura refleja una desconexión total con la realidad de los ciudadanos y una clara voluntad de reprimir con cualquier excusa. A su juicio, un Gobierno que celebra la represión y ve a su propio pueblo como un enemigo no puede considerarse democrático.
NO NOS CALLARÁNPara Héctor Dovis, el 12M no será recordado solo como una jornada de violencia, sino como un día de resistencia y lucha. A pesar de la represión, Dovis destaca que el pueblo argentino no se callará ni se rendirá. En su opinión, la protesta social es una de las herramientas más poderosas para defender los derechos de los trabajadores, jubilados y los sectores más vulnerables. Dovis afirma que este ataque a la democracia no quedará impune y que la historia juzgará a los responsables de la brutal represión. En su llamado a la militancia, Dovis deja claro que la lucha por la justicia social continuará en las calles, sin importar la violencia estatal.
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