El obispo diocesano Adolfo Canecin presidió las celebraciones patronales en honor a la Virgen de las Mercedes el miércoles 24 de septiembre, en una jornada donde la comunidad se encontraba consternada por el fallecimiento de una joven. En su homilía, utilizando como símbolo una rosa de metal entregada a la imagen de la Virgen, instó a la reflexión interna: "¿Qué hay dentro mío que hoy tiene que ser convertido y transformado, como el metal es transformado en el fuego del orfebre?".
El prelado se refirió al suicidio como una situación que "desconcierta y duele", enfatizando la importancia de "unirnos, acompañarnos y prestar ayuda". Alertó sobre el recrudecimiento de problemáticas sociales como la trata de personas, las adicciones y los accidentes de tránsito, señalando que "estamos viviendo en medio de una cultura de muerte".
Frente a esto, cuestionó la prioridad dada a los avances tecnológicos sobre el autoconocimiento. "El verdadero progreso va por otro lado; esa capacidad de autodominio es más importante que saber manejar la tecnología", afirmó. Finalmente, se encomendó a la patrona de la esperanza para que inspire a cada persona a ofrecer su tiempo y talentos a favor de la paz y la vida.