La gestión municipal de la intendenta Vilma Ojeda integró en las tareas diarias de gobierno a los jóvenes. Es así como se los ve trabajando a la par de los funcionarios y técnicos de la comuna. Desde tareas administrativas, logística y coordinación de actividades, se les presenta como el desafío para el trasvasamiento generacional.
El paso a la juventud se adopta, si se quiere como una actitud política. Esto ha marcado fuertemente a nivel nacional Cristina Fernández de Kicherner: «Pienso que tal vez ese sea mi rol, el de ser un puente entre las nuevas generaciones y las anteriores; nosotros tomamos la posta de otros para construir la Argentina y, a pesar del fuerte revés que nos acecha, serán los y las jóvenes quienes deberán seguir adelante».
Casi por transmisión ideológica del pensamiento nacional y popular, encontramos en San Isidro a una mujer que lideró los dos primeros gobiernos municipales y entre sus características está el encendido de ese faro que es la juventud, y que ilumina el camino que vendrá.
Esto puede parecer algo romántico o épico, pero no deja de ser una realidad que consolida un proyecto, que a pocos meses de cumplir un nuevo ciclo, está lejos de finalizar su marcha.