Mientras hospitales del interior reclaman insumos básicos y escuelas rurales funcionan con serias carencias edilicias, el Gobierno provincial prioriza la creación de espacios exclusivos para una elite de usuarios bancarios. Esta semana, el gobernador Gustavo Valdés encabezó la inauguración de una nueva sala VIP del Banco de Corrientes en el aeropuerto \”Piragine Niveyro\”, destinada exclusivamente a clientes con tarjetas de alta gama.
UN GOBIERNO CON PRIORIDADES INVERTIDAS
Con esta acción, la gestión de Valdés vuelve a mostrar su desconexión con la realidad cotidiana de la mayoría de los correntinos. El salón VIP de 70 metros cuadrados cuenta con snack bar, coworking, conexión Wi-Fi y música funcional, pero está reservado para quienes posean tarjetas Visa Signature, Bonita Signature, Corporate o Mastercard Black. Es decir, un servicio premium para una franja muy acotada de la población.
En una provincia donde 4 de cada 10 niños viven bajo la línea de pobreza, y donde docentes y trabajadores de la salud exigen mejoras salariales y condiciones de trabajo dignas, el gobierno provincial opta por seguir favoreciendo al sector financiero y privilegiado.
BANCO DE CORRIENTES: DE ENTIDAD PÚBLICA A PRESTADORA DE LUJOS
El Banco de Corrientes, que debería estar orientado a fortalecer la inclusión financiera, el desarrollo productivo y el crédito accesible para emprendedores, parece haber adoptado un perfil corporativo alejado de su función social. La presidenta del banco, Laura Sprovieri, justificó la sala como respuesta a un “reclamo de los clientes”, sin aclarar cuáles son las mejoras para los correntinos que no forman parte de ese segmento exclusivo.
EL ESTADO COMO ACOMPAÑANTE DEL PRIVILEGIO
Durante el acto, Valdés se limitó a declarar que \”venimos a acompañar esta iniciativa del BanCo\”, reafirmando la subordinación del Estado provincial a intereses comerciales selectivos. En un contexto de crisis nacional, con ajustes que golpean especialmente a las provincias del norte, el Ejecutivo correntino decide invertir capital político y simbólico en una inauguración sin impacto real sobre la calidad de vida de las mayorías.
Además, se habló de “proyectar otras mejoras” sin especificar si esas mejoras incluyen atención bancaria más accesible para los sectores rurales, planes de financiación para cooperativas o reducción de comisiones para trabajadores independientes.
UN AEROPUERTO SIN CONCESIÓN, PERO CON PRIVILEGIOS
Valdés recordó que el aeropuerto de Corrientes no está concesionado, pero eso no le impidió permitir el funcionamiento de un espacio destinado solo a una élite económica. La política de exclusividad se impone así sobre cualquier intento de democratizar los servicios del Estado.
Mientras tanto, las colas para acceder a turnos médicos en hospitales públicos se multiplican, y las rutas secundarias del interior continúan sin pavimentar. Pero en la agenda del gobierno provincial hay lugar para sillones cómodos, barras de café y Wi-Fi rápido… para pocos.
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