La carencia de anestesistas en el Hospital Regional «Camilo Muniagurria» ha obligado a suspender cirugías programadas y a demorar procedimientos de urgencia, afectando gravemente el servicio de salud en Goya y su área de influencia.
SITUACIÓN ACTUALDesde principios de año, el hospital afronta una disminución crítica en su capacidad operativa debido a la falta de profesionales anestesistas. Esta situación ha generado malestar entre pacientes que deben posponer tratamientos esenciales y familiares que enfrentan incertidumbre respecto a la atención quirúrgica. Las derivaciones hacia otros centros también se ven condicionadas por la disponibilidad regional.
INFRAESTRUCTURA Y DEMANDADurante 2024, el Hospital «Camilo Muniagurria» ha atendido a más de 84.000 personas en emergencias y consultorios externos. Se realizan alrededor de 350 intervenciones quirúrgicas mensuales, muchas de ellas derivadas de localidades vecinas. Áreas como neonatología y terapia intensiva de adultos funcionan al límite de su capacidad, acentuando la presión sobre los equipos médicos.
INVERSIONES EN MEJORAPese al contexto adverso, la gestión provincial ha invertido en la ampliación y modernización del hospital. Se habilitaron nuevos quirófanos y se reforzaron sectores críticos como la unidad de terapia intensiva y el área de neonatología. Además, avanza la construcción de un hospital pediátrico con una inversión estimada de $1.200 millones, lo que evidencia una apuesta por mejorar la infraestructura sanitaria en la región.
DESAFÍO EN LA DISTRIBUCIÓN DE RECURSOS HUMANOSLa crisis de anestesistas no es exclusiva de Goya. Provincias como Mendoza han declarado emergencia sanitaria en anestesiología por renuncias masivas, conflictos gremiales y migración del personal hacia el sector privado o el extranjero. Esta escasez refleja un problema estructural en la distribución de recursos humanos especializados dentro del sistema de salud argentino.
CONSECUENCIAS PARA LA COMUNIDADLa falta de anestesistas limita directamente la capacidad del hospital para responder a casos que requieren intervención inmediata, con riesgo de agravar cuadros clínicos por demoras evitables. Esta situación genera también una sobrecarga en otros establecimientos sanitarios, incrementando los traslados y provocando tensiones en la red de atención pública.
PERSPECTIVAS Y NECESIDADESEspecialistas coinciden en que, para resolver esta problemática, no basta con mejorar la infraestructura. Es necesario implementar políticas activas de formación, radicación y retención de profesionales, con incentivos que promuevan el ejercicio en zonas del interior. La articulación entre niveles de gobierno, gremios y universidades será clave para enfrentar un déficit que pone en riesgo la calidad del sistema sanitario.
]]>