En medio de un acalorado debate legislativo sobre la interpretación del reglamento interno y el manejo presupuestario del Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Goya, surgió un reclamo que dejó al descubierto deficiencias en el funcionamiento operativo del cuerpo legislativo: la falta de tinta para impresoras.
RECLAMO POR FALTA DE INSUMOSLa denuncia fue realizada por la concejal del PRO, Gabriela Refojos, quien en el uso de la palabra expresó: “Me cuesta leer el orden del día porque la tinta de la impresora es casi ilegible. En dos oportunidades pedí por mesa de entradas que se reponga y hasta hoy no recibí respuesta”.
RESPUESTA DEL PRESIDENTE DEL HCDAnte el planteo, el presidente del HCD, Pedro Cassani (h), respondió que enviaría una notificación oficial para dejar constancia del pedido y responsabilizó al Ejecutivo municipal por no haber respondido a las solicitudes de provisión de insumos. “No hemos recibido respuesta alguna del Ejecutivo. Los pedidos fueron enviados, pero no se atendieron”, afirmó Cassani.
FALTA DE AUTONOMÍA Y RECURSOSEl episodio se enmarca en un contexto más amplio de reclamos por la autonomía presupuestaria del Concejo, que según varios ediles, no cuenta con los recursos asignados ni el control necesario sobre los mismos.
UN SÍNTOMA DE UNA CRISIS INSTITUCIONALLa anécdota de la tinta, aunque aparentemente menor, se volvió símbolo del malestar generalizado dentro del recinto. “¿Cómo vamos a trabajar si no tenemos ni para imprimir un orden del día?”, expresó otro edil fuera de micrófono, revelando el nivel de frustración que atraviesa a buena parte del cuerpo.
NECESIDAD DE CONDICIONES BÁSICASEl reclamo, lejos de ser anecdótico, pone sobre la mesa la necesidad urgente de garantizar condiciones mínimas de operatividad institucional en el órgano legislativo de Goya. Sin herramientas básicas, el debate democrático y la función de control corren el riesgo de volverse ineficientes o meramente simbólicos.
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