El lunes 24 de abril, el Vaticano confirmó el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años, debido a un derrame cerebral. Poco después, se dio a conocer su testamento espiritual, que había sido escrito el 29 de junio de 2022. En este documento, el sumo pontífice detallaba su voluntad respecto al lugar y las condiciones de su sepultura, un deseo profundamente ligado a su devoción mariana y su fe en la vida eterna.
TESTAMENTO ESPIRITUALEn su testamento, Francisco expresó que, al sentirse cercano al fin de su vida terrenal, quería que sus restos descansaran en un lugar que fuera significativo para él. \”Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima\”, escribió el papa. Su deseo era que su sepulcro fuera en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, un santuario mariano al que acudía en oración al comienzo y al final de cada Viaje Apostólico. Este lugar, cargado de historia y devoción, representaba para él un refugio espiritual, donde encomendaba sus intenciones a la Virgen María y agradecía sus cuidados maternales.
LA UBICACIÓN Y LAS INSTRUCCIONESFrancisco detalló que su sepultura debía realizarse en el nicho de la nave lateral de la basílica, entre la Capilla Paulina (la Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza. Esta ubicación tenía un significado especial para el papa, quien deseaba que su último viaje terrenal culminara en un lugar de gran simbolismo religioso. Además, dejó instrucciones precisas sobre la sencillez del féretro, que debía ser enterrado directamente en la tierra, sin ninguna ornamentación o decoración, y con la única inscripción: \”Franciscus\”.
GASTOS Y RECOMPENSASEl papa Francisco también especificó que los gastos asociados a su sepultura serían cubiertos por los fondos que él había destinado a la Basílica Papal de Santa María la Mayor. En su testamento, solicitó que el Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano, se encargara de las instrucciones correspondientes para la transferencia de los fondos. Finalmente, Francisco expresó su gratitud hacia aquellos que lo habían amado y continuarán rezando por él, y ofreció sus sufrimientos de los últimos años de su vida por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos.
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