Osvaldo \’El Negro\’ Medina, uno de los principales referentes del justicialismo en la zona rural de Goya, expresó su firme desacuerdo con el operativo de seguridad llevado a cabo ayer frente al Congreso de la Nación, en Buenos Aires. Medina, quien tiene experiencia en situaciones de represión, manifestó su rechazo hacia la violencia utilizada por las fuerzas nacionales para dispersar las manifestaciones, asegurando que no es la forma adecuada de actuar en una democracia.
LA REPRESIÓN NO ES EL CAMINOMedina recordó con amargura los momentos de represión vividos en épocas pasadas y subrayó que no desea revivir esas situaciones. En su discurso, remarcó que el pueblo argentino luchó por recuperar la democracia, la cual debe ser defendida con firmeza por todos. El dirigente del justicialismo consideró que los recientes hechos protagonizados por las fuerzas de seguridad en el Congreso no solo son injustificables, sino que representan un peligroso retroceso en los valores democráticos. Afirmó que el uso de la violencia no puede ser la respuesta ante una manifestación pacífica.
DEFENDER LA DEMOCRACIA CON LIBERTADEn este contexto, Medina hizo un llamado a la sociedad a salir a las calles y manifestarse con total libertad. Subrayó la importancia de defender la democracia no solo a través de las instituciones, sino también mediante la participación activa de la ciudadanía. \”La democracia nos costó tanto recuperarla, que no podemos permitir que nos la arrebaten\”, expresó, apelando a la responsabilidad de las personas para proteger el futuro de las nuevas generaciones y garantizar que nunca más se repitan los errores del pasado.
LA IMPORTANCIA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓNEl dirigente también enfatizó que la libertad de expresión es uno de los pilares fundamentales de la democracia. Por ello, insistió en que los ciudadanos deben tener el derecho de manifestarse sin miedo a represalias. Medina condenó las medidas represivas que intentan acallar las voces disidentes y resaltó que el país debe avanzar hacia una democracia plena, en la que se respeten todos los derechos humanos, sin distinciones. Para él, lo ocurrido frente al Congreso representa un claro retroceso en la lucha por los derechos fundamentales.
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