Un nuevo episodio delictivo con ribetes cinematográficos sacudió a la ciudad en la madrugada del 14, cuando una mujer denunció el robo de su motocicleta Honda Wave color rojo. El hecho ocurrió en calle 12 de Octubre al 900, donde la víctima advirtió que el vehículo había desaparecido misteriosamente de su domicilio, sin testigos presenciales y con pocas pistas aparentes.
UN ROBO PLANIFICADO Y FILMADOLos investigadores de la Comisaría 1ª activaron inmediatamente el protocolo para este tipo de ilícitos y comenzaron a relevar cámaras de seguridad de la zona. Las imágenes fueron reveladoras: dos individuos con capuchas caminaban sigilosamente por la vereda, estudiaban la escena y, en cuestión de segundos, forzaban la moto y huían sin dejar rastro. Las grabaciones mostraban coordinación y conocimiento del terreno, lo que hace presumir cierta planificación previa.
La secuencia encendió las alarmas. No se trataba de un robo al azar, sino de una maniobra ejecutada con precisión, lo que llevó a los investigadores a trabajar contra reloj para evitar el desguace total del vehículo.
EL SOSPECHOSO FUE UBICADO Y DETENIDOLuego de un análisis pormenorizado de las cámaras y tras recolectar testimonios clave, la policía logró identificar a uno de los presuntos autores. Se trata de un hombre mayor de edad, con domicilio en la zona este de Goya. Con una orden judicial, se realizó un allanamiento en la vivienda del sospechoso, donde los agentes encontraron una motocicleta Honda Wave roja, parcialmente desarmada y sin plásticos.
Lo más llamativo fue lo que ocurrió después: tras una búsqueda en terrenos baldíos cercanos, personal policial halló los plásticos del rodado esparcidos en un descampado, lo que indica que los delincuentes intentaron “enfriar” la evidencia para evitar que se los vincule directamente con el vehículo robado.
UNA MOTO RECONOCIDA ENTRE RESTOSLa motocicleta, pese a haber sido parcialmente desarmada, fue reconocida sin margen de error por su dueña, quien aportó datos del número de cuadro y otras marcas visibles. El vehículo fue secuestrado y se encuentra a disposición de la Justicia para las pericias correspondientes, tras lo cual se prevé su restitución a la víctima.
El presunto autor del robo quedó detenido en la Comisaría 1ª y será imputado formalmente en las próximas horas. En tanto, se continúa con la investigación para dar con el segundo implicado que aparece en las imágenes de las cámaras de seguridad, quien por ahora permanece prófugo.
IMPACTO EN EL BARRIO Y RECLAMOS VECINALESEl hecho generó fuerte preocupación en la zona donde ocurrió el robo. Vecinos de calle 12 de Octubre expresaron su malestar por la creciente inseguridad y reclamaron mayor patrullaje nocturno. «Esto no es nuevo. En esta cuadra ya se llevaron dos motos y una bicicleta en los últimos meses», aseguró una vecina que prefirió no identificarse. Otros habitantes del barrio reconocieron que el accionar de los ladrones fue tan sigiloso que nadie oyó nada.
En paralelo, algunos vecinos destacaron la rapidez del accionar policial, pero pidieron que se mantenga la vigilancia sobre terrenos baldíos, donde muchas veces se ocultan elementos robados. «Ese descampado ya es un escondite clásico, hay que limpiar y cerrar esos espacios», señaló un comerciante de la zona.
¿UNA RED DE DESGUACE EN MARCHA?Si bien desde la policía no se confirmó oficialmente, el caso reavivó sospechas sobre la existencia de una posible red de desguace de motos robadas. La rápida desintegración del vehículo y la dispersión de sus partes en un descampado recuerdan otros episodios similares registrados en los últimos años. «Estos no son improvisados. Saben lo que hacen y cómo hacerlo rápido», comentó una fuente policial.
La investigación ahora apunta a determinar si el detenido tiene antecedentes o vínculos con otras causas por robos de motos y si existe una estructura más amplia detrás del hecho. No se descarta que la motocicleta haya sido destinada a la venta por partes, una modalidad que ha proliferado en distintas ciudades del interior.
LA OTRA CARA: UNA VÍCTIMA INDIGNADALa víctima del robo, visiblemente afectada, declaró a medios locales su impotencia: «Yo uso la moto para ir a trabajar todos los días. Es mi único medio de movilidad. No puedo entender cómo alguien te roba algo y encima lo destruye». Su testimonio se viralizó en redes sociales, donde muchos usuarios expresaron solidaridad y exigieron sanciones ejemplares para los responsables.
Este caso, más allá del desenlace positivo con la recuperación del vehículo, vuelve a poner en agenda el debate sobre la inseguridad urbana, la necesidad de mejorar el alumbrado público, y de implementar sistemas de alarma comunitaria. Mientras tanto, las pericias sobre la moto robada y los elementos incautados podrían arrojar nuevas pistas sobre el modus operandi de los delincuentes.
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