Perucho no abandona la alianza oficialista a pesar de los despidos en Goya y San Luís del Palmar

A pesar de los despidos masivos de afiliados a Encuentro Liberal (ELI) en Goya y San Luis del Palmar, que afectaron a cerca de un centenar de personas, el Comité Capital del partido decidió no abandonar la alianza oficialista “Vamos Corrientes”. La decisión sorprendió a muchos, sobre todo por el contexto de tensiones internas y las recientes desvinculaciones de funcionarios provinciales, quienes optaron por romper con el gobierno de Gustavo Valdés.

DESPIDOS EN Goya Y SAN LUIS DEL PALMAR

Los despidos, que fueron justificados por razones políticas, dejaron en evidencia una clara persecución a los militantes de ELI. Funcionarios provinciales y municipales fueron echados de sus cargos, y la causa era evidente: su afiliación a un partido que, en ciertos sectores, se percibe como opuesto al oficialismo. En localidades como Goya y San Luis del Palmar, este hecho ha provocado una ola de cuestionamientos sobre la falta de garantías para los trabajadores y sobre la utilización de la política como herramienta de venganza laboral.

LA DECISIÓN DE ELI EN CORRIENTES

A pesar de esta situación crítica, el Comité Capital de ELI decidió continuar con su apoyo a la administración de Eduardo Tassano. La justificación, según el viceintendente y presidente del Comité Capital, Emilio Lanari, fue que él mismo había sido elegido por “la voluntad popular” y, por lo tanto, no podía abandonar la alianza, ya que su cargo dependía directamente de ese mandato electoral. Sin embargo, este argumento resulta inconsistente cuando se observa que los funcionarios nombrados por el partido no fueron electos por voto popular, lo que genera dudas sobre la legitimidad de las decisiones tomadas en ese contexto.

LA RELACIÓN ENTRE LANARI Y TASSANO

Uno de los puntos más polémicos en este debate es la estrecha relación personal y política entre Emilio Lanari y el intendente Eduardo Tassano. Esta conexión ha sido motivo de críticas dentro de su propio partido, ya que algunos miembros de ELI sospechan que Lanari mantiene un acuerdo tácito con el gobernador Gustavo Valdés para acceder a una candidatura a diputado provincial, fuera del marco de su estructura partidaria. Este pacto extrapartidario, de ser cierto, arroja sombras sobre la independencia política que ELI había prometido representar en Corrientes.

LA SITUACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS MUNICIPALES

La postura de Lanari se basa en la idea de que los funcionarios municipales designados por ELI son una “prolongación” de la voluntad popular que lo eligió a él, una argumentación que ha generado desconcierto dentro del partido. ¿Acaso los funcionarios municipales no tienen un peso político propio, más allá de la figura de Lanari? Este tipo de justificación subraya el dilema de un partido que se muestra dispuesto a mantener su poder dentro de la alianza, incluso cuando la base de su estructura política se encuentra comprometida por los despidos de militantes en otras localidades.

UNA POLÍTICA DE MÁRGENES

La permanencia de ELI en la alianza oficialista pone en evidencia la política de márgenes que se viene gestando en la provincia de Corrientes, donde las decisiones parecen responder más a intereses personales y acuerdos extrapartidarios que a la voluntad de los correntinos. Este tipo de dinámicas son típicas de un sistema político donde las alianzas son negociadas bajo la mesa, sin que los votantes tengan claridad de las verdaderas intenciones de los actores involucrados.

LA DUALIDAD DE INTERESES

El hecho de que ELI no se haya alineado con el resto de los despidos en Goya y San Luis del Palmar deja en evidencia una dualidad de intereses dentro del partido. Mientras unos abandonan el oficialismo por no compartir sus métodos, otros eligen mantenerse por la posible oportunidad de poder. Este tipo de contradicción genera una percepción de desconfianza en los ciudadanos, quienes ven cómo las decisiones políticas a menudo se toman en función de intereses personales, y no del bienestar de la comunidad.

EXPECTATIVAS PARA EL FUTURO

A medida que se acerca el período electoral, la relación de ELI con la gestión de Eduardo Tassano y la postura de Lanari respecto al oficialismo podrían convertirse en un tema central en la campaña. Si bien la decisión de continuar dentro de la alianza oficialista parece sólida desde la perspectiva de Lanari, muchos dentro de su propio partido se preguntan si esta estrategia podrá sostenerse a largo plazo, especialmente cuando la presión por los despidos y la acusación de pactos extrapartidarios se vuelve más fuerte.

CONCLUSIONES

La permanencia de ELI dentro de la alianza “Vamos Corrientes” a pesar de los despidos de sus militantes en otros puntos de la provincia refleja la falta de una línea clara y coherente dentro del partido. La relación estrecha de Lanari con el intendente Tassano, así como la posible negociación con el gobernador Valdés, colocan a ELI en una situación de indefinición política, que podría tener consecuencias a largo plazo para la credibilidad del partido y su futura relación con los correntinos. En este contexto, la política de acuerdos extrapartidarios parece ser la piedra angular de una alianza que deja mucho que desear, tanto en términos de legitimidad como de transparencia.

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