Con el objetivo de garantizar el acceso igualitario a las herramientas digitales, se puso en marcha en Goya el programa “Mayor Conectividad”, una iniciativa que ofrece acompañamiento a personas mayores en el uso de aplicaciones móviles y servicios digitales esenciales. El proyecto es impulsado de forma conjunta por la Dirección de Fortalecimiento Familiar, la Secretaría de Modernización y la Dirección de Empleo, y busca responder a una necesidad concreta: que los adultos mayores puedan desenvolverse con autonomía en un entorno cada vez más digitalizado.
INCLUSIÓN DIGITAL CON ENFOQUE SOCIAL“Mayor Conectividad” no se limita a ofrecer formación técnica, sino que propone una intervención más amplia, orientada a empoderar a los adultos mayores frente a las tecnologías. Las capacitaciones están pensadas para facilitar el uso de aplicaciones bancarias, turnos online, billeteras virtuales, redes sociales, mensajería instantánea y otras herramientas digitales de uso cotidiano. A su vez, se brindan recomendaciones para prevenir estafas virtuales, una problemática que afecta con frecuencia a este sector de la población.
“La brecha digital no solo es una cuestión tecnológica, también es social. No podemos permitir que las personas mayores queden excluidas de trámites, servicios o vínculos por no saber usar un celular”, explicaron desde la organización. Por ello, la propuesta se basa en una lógica de acompañamiento: los capacitadores trabajan de manera personalizada, adaptando los contenidos al ritmo de cada participante.
ESPACIOS DE FORMACIÓN ACCESIBLESLas clases se dictan semanalmente en distintos puntos de la ciudad, aprovechando la infraestructura de los centros de asistencia para adultos mayores. El cronograma contempla tres espacios fijos: los lunes a las 16 horas en el centro JUBIPEN, los miércoles a las 9 en el Centro de Jubilados y Pensionados Docentes Nacionales, y los viernes a las 8:30 en el club de adultos mayores. En todos los casos, la participación es libre y gratuita.
Los talleres no requieren conocimientos previos ni inscripción formal. Los participantes pueden asistir con sus propios dispositivos, aunque también se cuenta con materiales de apoyo para facilitar el proceso. En cada encuentro, se abordan temas como el encendido y configuración de teléfonos, el uso seguro de WhatsApp, navegación en internet, acceso a aplicaciones de salud, banca digital y lectura de códigos QR, entre otros.
UN PROGRAMA EN CONSTRUCCIÓN COLECTIVADesde la Dirección de Fortalecimiento Familiar destacaron que el programa se desarrolla con una lógica participativa, en constante diálogo con los propios adultos mayores. “Ellos nos dicen qué les cuesta, qué quieren aprender o qué situaciones les generan inseguridad. Esa escucha es clave para que el taller tenga sentido”, señalaron.
Además, el equipo técnico incorpora casos reales para trabajar de forma preventiva sobre las principales modalidades de fraude digital. A través de ejemplos concretos, se enseñan criterios básicos para identificar correos falsos, llamados sospechosos o enlaces maliciosos. En este punto, se busca fortalecer no solo la habilidad técnica, sino también la confianza y la autonomía del usuario.
IMPACTO Y PROYECCIÓNSi bien el programa está en sus primeras semanas de implementación, los organizadores aseguran que la respuesta ha sido positiva y que ya se evalúa su ampliación. “Vemos que las personas se van más tranquilas, que vuelven con preguntas nuevas, que recomiendan el espacio. Eso muestra que la propuesta está cumpliendo su función”, comentaron.
Para el segundo semestre, se prevé sumar nuevos puntos de capacitación, especialmente en zonas periféricas y en articulación con comisiones vecinales. También se analiza la posibilidad de formar referentes barriales que puedan replicar los contenidos en sus comunidades. “La idea es que esto crezca como una red, no como una solución puntual”, afirman desde el equipo coordinador.
TECNOLOGÍA COMO DERECHOEn un contexto donde los trámites, turnos, cobros y relaciones sociales migran cada vez más al plano digital, el acceso a la tecnología deja de ser un lujo para convertirse en un derecho. Programas como “Mayor Conectividad” apuntan a garantizar ese acceso de manera justa, evitando que la edad o la falta de recursos se transformen en barreras.
“No es solo enseñar a usar una aplicación. Es permitir que una persona mayor recupere independencia, que pueda hablar con su familia, cobrar su jubilación o pedir un turno médico sin tener que depender de alguien”, subrayan desde la Secretaría de Modernización. El enfoque de fondo es claro: incluir no es solo dar herramientas, sino también generar condiciones para usarlas con seguridad y confianza.
“Mayor Conectividad” se presenta, así, como una política local que busca humanizar el vínculo entre tecnología y envejecimiento. Una propuesta que no solo enseña a tocar una pantalla, sino que abre la puerta a una ciudadanía digital más amplia, segura y participativa.
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