Hoy nos encontramos frente a una propuesta legislativa que amenaza con socavar uno de los principios fundamentales de nuestra sociedad: el acceso igualitario a la salud. El proyecto de ley para cobrar atención médica a extranjeros en Corrientes es una afrenta a nuestros valores de solidaridad y justicia social.
No podemos permitir que se erija una barrera económica que excluya a aquellos que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. Al proponer cobrar por los servicios médicos públicos a extranjeros residentes transitorios o precarios, se está abriendo la puerta a la discriminación y la injusticia.
Si bien se argumenta que los residentes permanentes y temporarios estarían exentos de este pago, ¿qué ocurre con aquellos que se encuentran en una situación más precaria? ¿Acaso su salud tiene menos valor por el simple hecho de no tener una residencia estable?
Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del 2020, en Argentina el 30% de la población tiene dificultades para acceder a servicios de salud. Entre los grupos más afectados se encuentran las personas de bajos ingresos, las que viven en zonas rurales y los migrantes.
En Argentina, al igual que en muchos otros países, el acceso a la salud es un derecho fundamental. Sin embargo, este derecho está siendo amenazado por el proyecto de ley para cobrar atención médica a extranjeros en Corrientes. Como lo demuestran las estadísticas, los cobros en salud pueden tener un impacto negativo en la salud de las personas, especialmente de las más vulnerables.
La salud no debería ser un privilegio reservado solo para algunos, sino un derecho inalienable de todos los seres humanos. Es inadmisible que se pretenda justificar esta medida en base a una supuesta necesidad de "administrar recursos finitos". ¿Desde cuándo la salud se convirtió en una mercancía sujeta a aranceles?
El autor del proyecto, diputado autonomista Romero Brisco argumenta que este proyecto de ley es necesario para «dar mayor solvencia al sistema público de salud». Sin embargo, la experiencia de otros países, como Francia, España y Canadá, demuestra que es posible tener un sistema de salud universal y gratuito que sea financieramente sostenible».
Es hora de levantar la voz y decir ¡basta! No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta injusticia. Debemos defender con firmeza la universalidad y la equidad en el acceso a la salud.
No podemos permitir que se erijan barreras que excluyan a las personas de la atención médica que necesitan. Instamos a nuestros representantes en la Legislatura Correntina a rechazar este proyecto de ley y a defender el derecho fundamental a la salud de todos los seres humanos.
En un momento en el que la solidaridad y la empatía son más necesarias que nunca, no podemos permitir que se erijan barreras que dividan a nuestra sociedad. Levantémonos juntos en defensa de un acceso igualitario a la salud para todos y todas.
¡No a la discriminación en el acceso a la salud en Corrientes! ¡Por una sociedad más justa y solidaria para todos y todas!