Educación ambiental y separación de residuos: claves del nuevo enfoque en Goya

La ciudad de Goya avanza en un modelo de gestión ambiental sustentado en la educación, la articulación institucional y la participación vecinal. La Dirección de Recursos Naturales y Ambiente lleva adelante un plan integral que busca consolidar prácticas responsables respecto al tratamiento de los residuos, con énfasis en la clasificación domiciliaria y la revalorización del trabajo de los recuperadores urbanos.

EDUCACIÓN AMBIENTAL COMO EJE

“Es un trabajo de hormiga”, resumió una fuente del área ambiental, al explicar la tarea permanente que se viene desarrollando en escuelas, barrios y organismos intermedios. A lo largo del año se dictan talleres, charlas y capacitaciones sobre contaminación, separación de residuos, cuidado de las costas y forestación urbana. Muchas de estas actividades se despliegan en articulación con instituciones educativas, como parte de un enfoque formativo que combina teoría y acción directa.

Los talleres, algunos de ellos con cupo limitado, se realizan tanto en la sede de la Dirección como en espacios barriales, ampliando así el alcance territorial del programa. “La idea es que el vecino tenga herramientas para entender qué impacto tienen sus acciones cotidianas sobre el ambiente y cómo puede aportar desde su casa o su cuadra”, señalaron desde el equipo técnico.

CLASIFICACIÓN DOMICILIARIA Y NUEVOS HÁBITOS

Uno de los ejes más destacados de la propuesta es la clasificación en origen, es decir, la separación de los residuos en el domicilio. Esta práctica, aunque sencilla en apariencia, requiere de un cambio cultural profundo. Desde el municipio se insiste en que separar no es reciclar, pero es el primer paso para facilitar todo el circuito posterior: tratamiento, acopio y eventual reciclaje.

“Los días martes y jueves son para los residuos secos, todo lo reciclable, mientras que los demás días se recoge lo húmedo, que incluye restos de comida y orgánicos”, se recordó en los medios locales. El cumplimiento de esta consigna simple permite mejorar el trabajo en el vertedero y reducir el volumen de residuos no aprovechables.

RECUPERADORES URBANOS Y ORDENAMIENTO

En este proceso también se proyecta una mejora en las condiciones de trabajo de los recuperadores urbanos, quienes desarrollan una tarea clave en el reciclado informal. Se prevé establecer vínculos entre estos trabajadores y los vecinos para que el retiro de materiales sea más ordenado y eficiente. A su vez, se promueve un esquema más claro de diferenciación entre los recuperadores y quienes actúan como recicladores en el destino final de los residuos.

Desde el área ambiental se reconoció que aún resta consolidar algunos aspectos logísticos. “Nos detuvimos a tener un lugar donde tratar el proceso, ordenar la ciudad y luego sí, pedir compromiso al vecino”, afirmaron. En este sentido, se busca consolidar un esquema de gestión que sea comprensible y ejecutable para la ciudadanía.

INDUSTRIAS VERDES Y DESARROLLO SOSTENIBLE

Otra línea estratégica es la promoción de industrias verdes en el predio del vertedero. Para ello, se avanza en el saneamiento del suelo, que una vez estabilizado permitirá la instalación de emprendimientos que completen el ciclo del reciclado. Esta política, que requiere de marcos normativos y garantías ambientales, es impulsada como una alternativa de desarrollo local sustentable.

“Hoy el reciclado que se da es el trabajo del recuperador que junta y vende a un acopiador. Cuando tengamos una industria que procese ese material, recién ahí cerraremos el ciclo”, se explicó. Así, la separación domiciliaria se convierte en un paso esencial para llegar a una economía circular real, que genere empleo y reduzca la contaminación.

PODA RESPONSABLE Y CONTROL DE ÁRBOLES

En paralelo, la gestión ambiental contempla el arbolado urbano. En esta época del año aumentan los pedidos de poda, por lo que se articulan los trabajos con Defensa Civil, que dispone de una cuadrilla especializada. La poda también puede realizarse de manera privada, aunque se recuerda que debe contar con motivos justificados y no comprometer la salud del árbol ni el entorno urbano.

“El cuidado del árbol también es una forma de educar, porque nos obliga a pensar en la ciudad a largo plazo”, señalaron desde la dirección ambiental, al recordar que también se trabaja en campañas de plantación y recuperación de espacios verdes.

CONCIENCIA COLECTIVA

El desafío ambiental en Goya requiere compromiso de todos los sectores. Las acciones impulsadas desde el municipio no podrán sostenerse sin una respuesta activa de la comunidad. Separar residuos, respetar los días asignados, cuidar los árboles y participar de los talleres son gestos cotidianos que construyen una ciudad más limpia, ordenada y resiliente.

La experiencia muestra que cuando se articulan esfuerzos públicos con hábitos privados, los resultados comienzan a ser visibles. La transformación ambiental de Goya está en marcha, pero todavía necesita que cada vecino asuma su parte en este proceso común.

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